miércoles, 14 de mayo de 2008

Habitar una ciudad o un territorio es entenderla, comprenderlo

Habitar una ciudad o un territorio es entenderla, comprenderlo. Recorrerlo, manipularlo, compartirlo...y entenderlo. La ciudad y el territorio son hechos culturales, y no cabe entenderlo sino a través de los hábitos de conocimiento. Lo que implica tanto aprender como desaprender. Illich insiste en un aprendizaje crucial para nuestro tiempo: aprender a renunciar.
Entender para celebrar el territorio (la ciudad, la casa) y también para lamentarlo. Valorar los ciclos, las estaciones, el tiempo cíclico que lo recorre. Perseguir la proporcionalidad, frente a la desmesura y el despilfarro. Habitar, en fin, un verbo de vida.

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